jueves, 25 de febrero de 2010

En el hospital

Al entrar al hospital, se encontraba una mujer con apariencia indígena sentada, junto a un niño que parecía su hijo, al mirarlos me impresionaron y conmovieron fugazmente, ella parecía muy preocupada y lágrimas mojaban su rostro. Mi amiga dijo: -qué le pasará a esa mujer- en forma irónica, yo respondí: - no lo sé, ¡pero si quieres le pregunto! - sin embargo, el sarcasmo no fue bien comunicado en mi corto inglés, así que ella se emocionó y entendió mi respuesta como un ofrecimiento.

Nos acercamos a ella y le pregunté ¿qué le ocurría, por qué estaba allí?, ella dijo que su otro hijo había sido atropellado por un carro y que no sabía cómo estaba, traduje a mi amiga, pero ella quería saber más, realmente yo no me sentía del todo cómoda, pero continué, le pregunté su nombre: Margarita, y el de su hijo: Sebastián. Anna se ofreció a orar por ellos, aún sabiendo que debía entrar para ser atendida debido a su mal estado de salud, fue ahí donde dije: - ¡no puedo! es mejor que otro traduzca–

- no, quiero que tú lo hagas – alegó.

Traduje y oré sinceramente, no siempre encontré las palabras adecuadas pero seguro Dios lo entendió. La mujer agradeció por el hecho y nos abrazó. Imagino estando en su lugar a la media noche, sola, que alguien haga eso por mí…

Fue algo realmente especial, siempre he tenido ganas de hacerlo y en estos últimos años que he visitado hospitales varias veces mucho más, hay tanta necesidad y tanta soledad, en esos momentos algunos se enojan con Dios y otros claman por él. Fue una lección de amor y un paso para empezar.

Aunque no me gustan los hospitales hay otras historias más divertidas en esa noche ya en la sala de emergencias, sobre Katie y sus bailes raros, Daniel su preocupación y Anna en su primera cita, pero n o son publicables.

jueves, 18 de febrero de 2010

Palabras



Las palabras salen de tus manos
Las palabras brotan de tus ojos
Las palabras dicen que te amo
Con palabras me lo entregas todo.

Tus palabras congelan las almas
Tus palabras son tristes canciones
Palabras, ¡no quiero tus palabras!
Tus palabras son fugaces emociones.

Las palabras me llevan hasta cielo
Las palabras hacen mío tu universo
Palabras, ¡cuánto ansío tus palabras!
Las palabras que me entregan todo.

Tus palabras confortan, enloquecen
Tus palabras alegran y enmudecen
Tus palabras que calman tormentas
Más que palabras, amor con cada letra.

Gracia

Cuando no tenía donde ir, tú me diste un lugar Un lugar entre tus brazos, abrazo que no es fugaz Cuando estaba sucia por mi caminar, me...