Ilusión

En dos minutos
Se nos desvaneció el mundo
Y nos quedamos solos,
Con tu abrazo, con mis brazos
Nos volvimos uno,
Como antes.
Con tus ojos en los míos,
Con tu verbo distinguido,
Y las palabras que no consiguieron
Salir de mi boca,
Sino que prefirieron convertirse en
Caricias de miradas antiguas.
Solo la música logró permanecer,
Hasta transformarse en sinfonía
Tocada de manera especial
Para nosotros uno.
Y nos volvimos fugitivos
Pero a salvo, cautivados
Por el recuerdo de este Amor,
Como antes.
Y fui feliz con tus ojos,
Con tu abrazo, con tu verbo,
Aquellos dos minutos,
Quizás fue menos tiempo,
Pero fue una bendición, no merecida,
Y si tú escuchaste el ‘te quiero’
De la mirada mía
Sé que también
Fuiste feliz,
Como antes.

No hubo tiempo

Y no hubo tiempo,
Para creerte el cuento
Que inventaste anoche,
Ni de guardar silencio
Y conversar sin voces.

Y no hubo tiempo
de saborear el vino
y que temblaran mis piernas,
mientras la luna nueva
arrebataba las deudas.

Y no hubo tiempo
Para llamarte mi musa,
Para crear utopías
Y confesarte misterios
por el mundo conocidos.

Y no hubo tiempo
De sentirnos felices
Aquella noche de fiesta
En que distantes bailamos
cuando olvidamos promesas.

Y no hubo tiempo
De que plasmaras en lienzo
Las pinturas más honestas
Que concibieran tus manos
Y todo el arte que albergas.

Y no hubo tiempo
De esperarnos a ambos
ni de tallar los recuerdos
que nunca antes vivimos
y que jamás viviremos.

Y no hubo tiempo,
Ni hubo ganas, soy sincera,
deseo tú lo comprendas
porque ayer mi alma buscaba
en otros cuentos respuesta.

Nada tiene sentido

Por qué escribir de amor
Si lo que quiero es llorar
Para qué componer una canción
Si me falta tu calor.

Por qué pasan las horas hoy
Si no hay tiempo con vos
Para qué el ayuno de hoy
Si de tu pan no busqué.

Por qué me asombra esta noche
La hermosura de luna nueva
Y le agrego un poco de romance
Si olvidó que es tu creación.

Para qué tus milagros en mi vida
Para qué la salvación
De qué sirve tu vida rendida
Si olvido doblar rodillas hoy.

Para qué la experiencia de ayer
Si hoy no consigues mi atención
Para qué la emoción de ayer
Si mi vida no cambió…

Ecos

Y el casi poema lo terminé, pero dejó de ser poema... Tus palabras haciendo eco en mi cabeza, tus respuestas, lo que tus ojos hablan, lo que mereces, lo que deseas, lo que tendrás, no lo sé, solo hacen eco en mí:

No busco quien me entienda, solo alguien que esté dispuesta a amarme hoy, y mañana mucho más.

Alguien que no se sumerja en la tristeza que nació conmigo, si no que me dé una mano y hasta dos para ayudarme a salir de ella.

Alguien que tenga conciencia de mi rareza, tan solo para que reconozca que soy diferente, que no hablo el mismo lenguaje aunque me esfuerzo.

Alguien que no espere que algún día crezca este niño, porque probablemente nunca sucederá.

A nadie que busque ser mi madre, porque ya tengo una insuperable, ni mi padre. Que no vaya al mismo paso que yo voy, pero si por el mismo sendero.

Que si una mañana sin avisarle a nadie salí a recorrer el mundo, vaya luego tras de mí, solo para decirme cuanto me ama.

Que me proponga locuras, me reconozca inestable, que sueñe conmigo y sea parte de mis sueños. Que me conquiste, que me crea, a quien pueda creerle.

Que muera al compromiso que le salvará la vida, que viva en libertad y me conozca libre siempre. Capaz de cruzar el espacio conmigo, sin que en medio camino, nos desintegremos…

Quien escuchó (no: entendió) cada palabra que decías, con tu boca o con tus manos, con tu cuerpo y con tus comics, siempre escuchó…
tu flaca…

Dios tiene sentido del humor

...descubrí entonces que Dios tiene sentido del humor, cuando comprobé (una vez más) que Él escucha cada uno de mis pensamientos, incluso aquellos a los que yo no les "doy bola", cuando lo que pasó por mi cabeza de manera efímera y como otras tantas veces ya ha pasado, pero esta vez ocurrió!, me di cuenta que Dios tiene un buen sentido del humor, bastó meter la mano derecha en el bolsillo de mis viejos jeans como para relajar un poco la postura de mi cuerpo, a la vez que acababan de despedirse aquellos pensamientos, cual telenovela venezolana, estaba justo allí a mi izquierda, casi sin respetar nuestro "metro cuadrado" como el algún otro episodio que recuerdo de mi vida.

Dios tiene sentido del humor, porque no dudó, esta vez, en cumplir mis caprichos, quedé avergonzada, solo con Él, porque era algo que no esperaba que hiciera, no hoy, justo hoy, que no traía puesto mi mejor vestido, ¡carajo, cargaba mis viejos jeans!, me sentía sudada debido a la temperatura propia de la ciudad, hasta mis lentes estaban españados, ni una gota de maquillaje sobre mi pálido rostro, ni una pizca de perfume francés en mi cuello ni en mis manos, nada de eso percibió él cuando "chocamos los cinco", ni un buen peinado, ni nada de aquellas cosas que nos interesan a nosotras las mujeres, cosas vanas, sí! pero que nos hacen sentir muy bien... Pero como Dios tiene sentido del humor, justo hoy, que realmente no quería que cumpliera mi deseo ¡lo hizo!.
Ahora estaré más prevenida, primero con lo que se le ocurra crear a mi cabeza, y la próxima vez que visite aquella cálida ciudad, andaré día y noche preparada, por si "chocamos los cinco" nuevamente.

Hermoso, un abrazo a la distancia...