Hoy acaba de empezar una nueva etapa en mi vida, con 27 años, después de varios intentos fallidos por dejar la “casa de mis padres”, lo logré, aunque aún no es una independencia definitiva, sino más bien una práctica de lo que ocurrirá dentro de un mes, me siento tan relajada y con tanta tranquilidad que si lo pienso bien, asusta un poco porque podría entenderse como insensibilidad. En despedida, mi madre se echó a llorar como si me estuviera yendo a otra ciudad o país.
La decisión fue tomada porque me sentía muy cargada de responsabilidades que no tienen nada que ver conmigo, porque me encanta leer y pasar el tiempo pensando y en casa ya había demasiado ruido, porque no quería que mi familia se aferrara a mí ni yo aferrarme a ellos, porque siento que hay cosas nuevas que me esperan y yo podría estar gastando energías en otras.
Aunque todo parezca muy bueno para mí, en momentos sí me siento preocupada por ese montón de asuntos que yo nunca he tenido que tratar y de los que ahora necesito ser responsable, cosas que vienen inmersas, pequeñas cosas que determinan aspectos importantes, hablo de cocinar, preocuparme por alimentarme y hacerlo bien para alcanzar y lograr mantener un buen peso y sin enfermarme, hablo de lavar mi ropa, aunque supongo que utilizar la lavadora será igual que manejar un equipo DVD no quiero que se me vaya a dañar ninguna prenda, sacar la basura, limpiar la casa, me preocupa que se termine el gas en algún momento y yo no tenga cómo comprarlo y necesite esperar hasta algún fin de semana que tenga tiempo, me preocupa conseguir un buen departamento en dónde pueda estar cómoda con vecinos que vivan su vida y no la de otros.
He tenido que hacer compras en estos días y obviamente me he llevado sorpresas porque adquirir todo lo necesario para vivir es tan caro, en ocasiones me encontraba en alguna tienda y sólo pensaba, ‘yo no tendría que estar aquí, sola, comprando estas cosas’ obviamente hubiese querido que las cosas fueran distintas, la mayoría de mujeres hacen esto cuando ya se van a casar o algo parecido. Pero reconozco que es absolutamente necesario para mi vida, para mi crecimiento, para tener la tranquilidad que necesito, y aún para aprender y fortalecer aspectos en mi vida que lo necesitan.
Tengo que saber manejar una cantidad de ‘tentaciones’ a las que estoy expuesta ahora… chuzo, y no sé si lo logre. Ya veremos...
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