
Escribo poco en forma explícita a cerca de mi atareado romance con Dios, tengo o más bien he procurado tener una relación con él desde que tengo 19. Desde entonces hasta ahora cada año ha sido diferente. Pero en este último año, mi vida entera ha tenido un sentido diferente, siento que Dios me ha estado cambiando bruscamente, aunque no muchos puedan notarlo, mi relación con la gente es diferente, como si gran parte de mis traumas, de mis miedos se hubieran ido, he estado pensando en estos días que es como si ahora puedo ser más auténtica, y no quiero decir que antes no era sincera en mi forma de ser, es simplemente que siento menos temor al hablar con otros, de pronto sean los años, no lo sé, pero existe una sensación (bonita) de libertad.
El apoyo de quienes me rodean en cosas grandes y pequeñas ha ayudado bastante en este proceso, mi confianza se ha visto expresada en la confesión, que al inicio se hacía sumamente difícil tenerla, sin embargo, ahora se ha convertido en una necesidad. Alguna vez le contaba a un amigo que nunca (gracias a Dios) he sido juzgada cuando he abierto mi corazón, puedo contar con gente que es casi un reflejo del amor que Cristo tiene por mí, han escuchado mis errores sin juzgarme, sus consejos son prácticos y llenos de sabiduría.
Hace casi un año experimenté una vivencia totalmente diferente con Dios, que me dejó marcada. Para mí es forzoso creer en aquellas cosas extraordinarias (sobrenaturales) que había escuchado acerca de la manifestación de Espíritu Santo, pero entonces pude sentirla en mi vida, en forma física, algo que no puedo explicar con palabras para expresar lo que realmente significa, tan sólo puedo decir que era parecido a un espasmo, pero era más que eso, desató mi llanto, lágrimas que seguramente no habían podido salir desde niña. La experiencia no terminó ahí sino que escuché de una mujer que para ese entonces era desconocida para mí, una visión que ella había tenido sobre mí, aquella situación era más difícil de creer porque trataba de hechos reales que ella y mucha gente desconocen, aquello que me dijo permitió conocer la forma en la que Dios me ve, su amor hacia mí es tan grande que me ve sin manchas, sin pecado, sin traumas, sin miedos, completamente restaurada, como él quiso que fuera desde un comienzo, como era su sueño. Dios me dijo tantas cosas a través de esto que hasta ahora continúo entendiendo, lo ha reconfirmado en ocasiones siguientes, como si quisiera que se quede grabado en mi cabeza y en mi corazón.
En este año pudo concluir un capítulo extenso de mi vida, yo había estado enamorada durante casi ocho años de un chico con quien tuve una relación larga, pese a que ya no existía nada entre nosotros desde hace tres años, yo continuaba pensando en él y guardaba esperanzas de regresar en algún momento, no concebía estar con nadie más en serio sino era con él. En esta misma área he atravesado cambios, me he visto atraída por alguien más, este asunto no resultó muy bien pero nadie murió en el intento. He sentido que Dios ha querido darme valor a través de otras personas, por ejemplo, personas que me conocían años atrás y a quienes no les simpatizaba, ahora tienen una opinión diferente, positiva sobre mí. Personas que me conocen bien, aunque desde hace poco tiempo me aman y demuestran su amor constantemente.
Dios ha sido bueno conmigo, aunque yo he tenido varios desatinos, he continuado cometiendo errores pasados, he llenado mi vida de pecado. Dios me ha perdonado, pero aún las tentaciones continúan, sentir su renovación aún cuesta, aún así él sigue conmigo a cada instante.
Feliz Navidad y un divertido 2010!!!! Sigue adelante con tu arte.
ResponderEliminarÉxitos!!!