Al entrar al hospital, se encontraba una mujer con apariencia indígena sentada, junto a un niño que parecía su hijo, al mirarlos me impresionaron y conmovieron fugazmente, ella parecía muy preocupada y lágrimas mojaban su rostro. Mi amiga dijo: -qué le pasará a esa mujer- en forma irónica, yo respondí: - no lo sé, ¡pero si quieres le pregunto! - sin embargo, el sarcasmo no fue bien comunicado en mi corto inglés, así que ella se emocionó y entendió mi respuesta como un ofrecimiento.
Nos acercamos a ella y le pregunté ¿qué le ocurría, por qué estaba allí?, ella dijo que su otro hijo había sido atropellado por un carro y que no sabía cómo estaba, traduje a mi amiga, pero ella quería saber más, realmente yo no me sentía del todo cómoda, pero continué, le pregunté su nombre: Margarita, y el de su hijo: Sebastián. Anna se ofreció a orar por ellos, aún sabiendo que debía entrar para ser atendida debido a su mal estado de salud, fue ahí donde dije: - ¡no puedo! es mejor que otro traduzca–
- no, quiero que tú lo hagas – alegó.
Traduje y oré sinceramente, no siempre encontré las palabras adecuadas pero seguro Dios lo entendió. La mujer agradeció por el hecho y nos abrazó. Imagino estando en su lugar a la media noche, sola, que alguien haga eso por mí…
Fue algo realmente especial, siempre he tenido ganas de hacerlo y en estos últimos años que he visitado hospitales varias veces mucho más, hay tanta necesidad y tanta soledad, en esos momentos algunos se enojan con Dios y otros claman por él. Fue una lección de amor y un paso para empezar.
Aunque no me gustan los hospitales hay otras historias más divertidas en esa noche ya en la sala de emergencias, sobre Katie y sus bailes raros, Daniel su preocupación y Anna en su primera cita, pero n o son publicables.
siempre hay una historia en cualquier lugar...
ResponderEliminarRara vez he estado en un hospital, de visitante,claro.
ResponderEliminarHola, antetodo gracias por tu visita.
ResponderEliminarEntonces al final podríamos decir que fue mejor que tu respuesta irónica no haya sido entendida como tal, de lo contrario esto jamás habría pasado.
Sl2
pues, sí fue una buena experiencia y fue bueno brindarle apoyo a aquella mujer...
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