sábado, 22 de mayo de 2010

30

Ella es fuerte como un roble
mas su corazón a todos enamora,
él es de la casa el hombre
con sus manos bellas artes elabora.

Ella me ha enseñado a amar,
a cuidar de los demás, siempre a soñar
él me ha enseñado honestidad,
a nadar en el mar y a caminar.

Ella se ha ido pero ha vuelto
él con su regreso luce contento,
él se fue también solo por días,
ella astuta lo siguió con alegría.

Ella por los cinco la vida daría,
él por cinco la vida perdería.
Así con ciento de bondades es mi madre
aún tengo que aprender de mi gran padre.

He visto en él sus ojos tristes
porque en ella su vida pinta grises,
he visto en ella un gran orgullo
porque Dios aún los tiene juntos.

Enloquezco al ver sus manos entrelazadas
agradezco a Dios por sus vidas restauradas
tres décadas de recuerdos y aventuras
tres décadas de una dura lucha.

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