Ha sido un placer coprotagonizar el comic de tu vida, aunque había pensado no hacerlo jamás, mis impulsos estaban siendo sostenidos fuertemente por mi cabeza, hasta que me atreví a darles libertad. Pude verte fuerte por primera vez, y no es que antes no lo hayas sido, es solo que mis ojos te miraban distinto; esta vez la vulnerable fui yo, pensaba enamorarme de tus caricias, de tus palabras dulces y especiales, de los besos que por fin tocaron mis labios y estremecieron mi alma, como antes; pero con tanta cercanía, te apresuraste en sacar las revistas antiguas de tu vida, aquellas que dibujaste y pintaste tú mismo, tienes arte en tu pincel, arte que aún amas, que añoras…
Me gusta escucharte, aunque aún no entiendo todo lo que dices, me gusta jugar contigo…, eres especial, aún puedo decirlo, ese vacío que descubriste en ti, creyéndote distinto, todos lo hemos sentido, solo que no todos lo advertimos ni nos pasamos los días buscando cubrirlo, eres un niño…
Me queda agradecerte una vez más por las locuras que te arriesgarte a hacer sin mayor motivo, por los mensajes en cada amanecer, por los abrazos y la pasión que regalaste sin exigir de mí lo mismo.
Como quisiera que nuestra fuente sea la misma, encontrarnos allí cada vez que el vacío vuelve, o que hallamos revistas de comics antiguos, cada vez que duele el alma, en vez de refugiarnos en nosotros mismos.
Gracias por los minutos…
Tu flaca que te quiere
No hay comentarios:
Publicar un comentario