Han pasado muchos días de silencio, muchos días llevo yo presionándote, pidiendo versos de amor, queriendo que te apropies de ilusiones que desearía fueran realidad, pero tú continuas triste, pensando en su adiós y alimentándote de su última partida como si junto con ella se te hubieran ido las palabras, las ganas de soñar y de llegar lejos como lo habíamos planeado.
Me encantaría ordenarte que hablaras, pedirte que regreses y decirte que no le perteneces a nadie más que a mí, mas siento que ya te has ido con quien no es tu dueño, con quien no te quiere cerca. Sé que nunca podré asegurarte protección absoluta, y aunque vuelvas pronto o vuelvas luego, estaré esperándote, “mientras tanto” estaré de-letreando verdades bien trabajadas que sonarán a verdades espontáneas, y no pretendo convencerte del error que has cometido porque de eso tendrás tiempo para darte cuenta, tan solo no te desgastes en destinos pasajeros, regresa a tu origen donde nunca has sentido estar, al lugar donde no has podido reconocer la fuente del amor, vuelve a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario