miércoles, 17 de diciembre de 2008

Cambiando


Como a martillazos mi corazón fue tratado, como si ésa hubiera sido la única alternativa que tenían para hablar con él, como si éste se hubiera endurecido tanto que él mismo no podía escuchar ningún sonido ni divisar ni un rayito de luz del exterior, recuerdo el dolor que sentía cuando esto ocurría, pero mi voz se llenaba de orgullo y no podía decir ‘¡paren, no más!’ continuaba saliendo desde mi corazón ‘yo soy fuerte’ seguramente alguien me lo repitió tantas veces que terminé creyéndolo, seguramente ese alguien fui yo misma.
Admitir que estaba en crisis no ayudaba lo suficiente, conseguir quien te acompañe en esos momentos es fácil, pero ayuda menos, porque siempre decides la compañía menos indicada, (lo siento por ti, no es nada personal, no eres tú…), es todo lo que diré al respecto, porque hoy no quiero hablar de ti, ni de ellos, hoy quiero hablar de mi…
Como si me hubieran cambiado el corazón, hoy estoy acostumbrándome a vivir con él, conociéndolo y procurando no influenciarlo con mis ideas tan frías, hoy estoy acostumbrándome a vivir sin mi antiguo corazón, es duro, y lo extraño, pero es lo que debe pasar, -…y aquí estoy yo, otra vez razonándolo todo!-… no quiero encontrar una razón, una lógica, ya no! porque mis conclusiones pueden verse derrotadas con el tiempo, por tan solo una palabra…
Rendirse es verse derrotada, es ver que tus armas, estrategias, planes: soñados y ejecutados, no funcionaron, no solo contra tu enemigo sino además con tus aliados, hoy me rindo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracia

Cuando no tenía donde ir, tú me diste un lugar Un lugar entre tus brazos, abrazo que no es fugaz Cuando estaba sucia por mi caminar, me...